Nuestra tercera parada en la India es Khajuraho. ¿Serán sus templos del Kamasutra tan impresionantes como dicen? Son Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1986 así que no nos lo podemos perder, ¡Acompañanos!
Cogemos el vuelo Varanasi – Khajuraho con Air India a las 12.10 y en dos horas y media hemos llegado.
Los templos de Khajuraho se dividen en dos grupos: los templos del este y los templos de oeste.
TEMPLOS DEL OESTE DE KHAJURAHO
Aunque nuestros planes eran otros, hace un buen día, así que decidimos empezar por los Templos del oeste. Así, si mañana llueve como está previsto, habremos visto los templos más impresionantes.
Lo primero que vemos al entrar al recinto es lo cuidado que está todo. Se trata de una gran extensión con jardines que rodean a los templos.
Actualmente quedan unos 22 templos pero en este lugar llegaron a existir 85. Son conocidos popularmente como los templos del kamasutra pero nada más lejos de la realidad.
Las figuras con posturas eróticas son una pequeña parte de lo que encontramos en los templos de Khajuraho.
Podemos observar guerreros, músicos, bailarinas, elefantes, caballos y todo tipo de divinidades hindúes esculpidas con todo detalle.
Nos habían dicho muchas veces que este lugar era impresionante pero hasta que no hemos entrado al recinto no hemos tomado conciencia de ello. Estamos maravillados con este lugar, ¡son todo figuras!
No faltan tampoco las formas geométricas adornando las paredes y, ¡si!, las famosas posturas del kamasutra.
El origen de estas figuras con posturas sexuales diversas no está claro, se cree que fue un homenaje al amor entre Shiva y Parvati, dos divinidades hindúes.
Sin duda merece la pena visitar Khajuraho y sus templos. Además, no hay un jaleo excesivo ni ruidos molestos, se respira un ritmo mucho más tranquilo que en Varanasi.
También nos llama la atención que en este rincón de India, son mucho más numerosos los visitantes locales que extranjeros.
Quizá una de las razones sea que estos templos siguen siendo importantes para ellos, ya que entran a presentar sus respetos a los dioses aquí representados.
A todos nos resulta llamativo el color de la ropa de la India, ¿verdad? Pues resulta que… ¡tiene su significado!
La ropa blanca no la pueden usar las mujeres casadas, es símbolo de purificación. El amarillo se usa para ir a rezar, símbolo de devoción. Y el rojo representa energía.
Tras rezarles a los dioses, se relajan por los alrededores, disfrutando de los jardines.
Es increíble como se encuentran estos templos de limpios, y sus jardines de cuidados. Esto sería imposible sin el personal que allí trabaja.
Tras conocer los templos del oeste, vamos hasta un mercadillo cercano. De repente… una moto se nos acerca y el chico nos dice ¡cuidado con la caca de la vaca! Así es como conocemos a Ahmet y Laura, dos chicos que nos invitan a acudir a una ceremonia que se celebra en un templo cercano.
Estos chicos nos explican, en un castellano perfecto, que la ceremonia comienza a las 7 de la tarde. No queda mucho para que comience, así que nos dirigimos hacia aquel lugar.
Nos descalzamos a la entrada del templo y en su interior, nos reciben con los brazos abiertos. La persona que dirige el acto, nos pone el tradicional bindi, un punto en la frente de color rojo que se considera el sexto chakra, el de la sabiduría.
Durante la ceremonia, cantan y tocan diversos instrumentos, el espacio donde se desarrolla es muy reducido (dentro de una torre de piedra) y vivir esto como si fuésemos uno más, hace que se nos pongan los pelos de punta.
Cenamos en Maharaja Coffe, y nos marchamos a descansar al hotel pues hay que reponer fuerzas para continuar mañana.
RANEH FALL
Madrugamos, para variar, y nos ponemos en marcha para ver las Raneh falls. El trayecto en coche por los caminos dura 30 minutos pero nos fascina, y en varias ocasiones nos encontramos con búfalos de agua.
Raneh fall significa la lluvia cayendo, ¡y tanto que si cae! pues nos encontramos ante 30 metros de desnivel. Hemos venido en época de lluvias y por lo tanto, las cataratas están a tope de agua.
TEMPLO DEL ESTE (JAINISTA)
Tras contemplar las cataratas, nos volvemos a la ciudad de Khajuraho para visitar los templos del este. Cuando acudimos, da la casualidad de que hay una ceremonia jainista.
Los jainistas siguen el camino de 24 maestros o tirthankaras, seres que alcanzaron la liberación mediante una serie de preceptos entre los que destacan la no violencia y el desapego por lo material. Y no creen en el sistema de castas.
El hombre desnudo de la imagen es una especie de monje. Este hombre ha llegado a Khajuraho tras una larga peregrinación de más de tres meses a pie. El pueblo le recibe con honores y le agasaja con comida y cuidados.
En el interior del recinto, estos templos son más austeros y sencillos. Sin embargo hay una mayor sensación de solemnidad y espiritualidad.
Nuestra visita a Khajuraho termina aquí, ha sido una experiencia fantástica.
Ahora debemos emprender nuestro camino hacia Orchha. ¿te lo vas a perder?
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