Guilin y Yangshuo son dos poblaciones situadas a orillas del Río Li. Dos lugares que tienen mucho que ofrecer al viajero.
GUILIN
Llegamos a Guilin, según nos dijeron un «pueblecito tranquilo a orillas del rio Li…» En China cuando se refieren a pueblecito es algo pequeño, pequeño… de 800.000 habitantes!
Guilin nos recibe con lluvia, lo que nos imaginábamos que podía pasar al ver toda la naturaleza que le rodea. No podemos hacer muchos planes con este clima, por lo que decidimos tomar un pequeño barco por la noche. El paseo no deja de ser la típica atracción turística, pero tiene su encanto.
Lo más curioso es que han imitado un montón de puentes conocidos. Efectivamente, los chinos son los reyes de la imitación.
El trayecto es tranquilo y nos acompaña la música del laúd como complemento del recorrido. Poco a poco, vamos pasando por distintos lugares iluminados para la ocasión.
El lago Shan Hu, es uno de los dos lagos con los que cuenta esta pequeña ciudad.
Os suena este puente, ¿verdad? parece que estamos en Europa…
…O en Estados Unidos. Tienen una colección de puentes de todo el mundo en miniatura.
El recorrido en barco dura una hora aproximadamente y es un buen plan para hacer por la noche. También se puede realizar el recorrido caminando. Cerca del muelle se encuentra el mercado de Guilin.
El mercado, es una opción para dar un paseo y probar algunas frutas exóticas.
CRUCERO POR EL RIO LI
Al día siguiente, las lluvias nos dan un respiro y nos dejan ir en barco hasta Yangshuo. Se trata de un trayecto de unos 80 km que nos llevará 3 horas admirando el paisaje kárstico.
Miremos por donde miremos hay montañas con formas caprichosas. Estamos rodeados por una cantidad increíble de montañas, y el Río Li discurre entre ellas.
El paisaje es sencillamente impresionante. No nos cansamos de mirar y de hacer fotos.
Lo que más nos llama la atención es que toda esta zona estaba sumergida en otra era. Y debido a movimientos geológicos, las montañas emergieron de las profundidades. La acción erosiva transformó el paisaje con un sinfín de picos salpicados de cuevas.
Entre todas estas maravillas encontramos un laberinto de plantas exóticas, corrientes de agua y campos de arroz.
Después de tirar un millón de fotos al Río Li y sus alrededores, llegamos a Yangshuo.
YANGSHUO
Yangshuo es un «pueblecito» de 300.000 habitantes que está situado en este paraje tan especial. Comenzamos a caminar por lo que parece su calle principal, la cual se encuentra repleta de tiendas.
De repente, el paseo se convierte, en un abrir y cerrar de ojos en la anécdota del día.
Resulta que entramos a una tienda que vendían mochilas y chaquetas cortavientos. Detrás de nosotros entra un grupo numeroso de turistas acompañado por un guía local.
Lo que en principio era un espejo, resulta ser una puerta camuflada, y el grupo entra. No sabemos si por curiosidad o qué, entramos con ellos, como todos tenemos rasgos occidentales…
Subimos por una escalera de mármol y la puerta se cierra detrás de nosotros. Unos escalones más arriba aparecemos en un salón donde vendían imitaciones de bolsos de lujo.
Terminamos de alucinar cuando la dependienta retira una balda de la pared y se abre otro salón con más bolsos.
Una vez salimos de la tienda de bolsos camuflada en tienda de ropa, nos apartamos de la calle principal.
Tras caminar unos minutos, descubrimos un mercado local.
Lo que más nos llama la atención es que, lo mismo te venden un frigorífico que un manojo de puerros. La carnicería se limita a unas jaulas con pollos, una mesa y un machete.
La pescadería sigue el mismo estilo de la carnicería pero en lugar de jaulas hay barreños con agua.
La gente nos trata con una amabilidad absoluta y con la más abierta de las sonrisas. Vemos como se gastan bromas y como son en realidad.
Los chinos no son tan protocolarios como nos venden los medios y eso nos gusta mucho.
Las personas que nos encontramos nos sonríen y, al vernos sorprendidos, nos muestran lo que venden.
El ambiente es distendido, y lo que más nos gusta, es que se comportan con naturalidad.
Cerca de la zona del mercado, se encuentra la zona de bares y restaurantes.
Nos encantó ver que varios restaurantes organizaban música en vivo.
Así, entre el gentío local seguimos caminando por Yangshuo. Nos ha encantado el lugar, menos urbano lógicamente que Pekín o Xian.
Aquí, parece que se vive un poco más despacio y se estilan las terrazas donde sentarse, pues hasta ahora no habíamos visto ninguna.
Yangshuo nos ha encantado, y aunque con pena, debemos regresar a Guilin, la ciudad donde nos alojamos. Pero antes de marchar acudimos a ver el espectáculo Impression Sanjie Liu, sobre el rio Li, algo que si visitas esta zona, no debes perderte.
Infórmate sobre que ver en Xian
Vaya con los «pueblecitos», jajaja. El paisaje me parece maravilloso, tiene que ser una gozada estar entre esas montañas.
Muchas gracias por invertir tu tiempo en leer nuestro blog. La verdad es que es un decorado espectacular para pueblos tan singulares como Guilin o Yangshuo. Saludos viajeros!