Mdina y Rabat, dos ciudades juntas, dos mundos diferentes, una visita imprescindible.
Estas dos ciudades son dos lugares que te van a hacer disfrutar mucho de Malta por lo que representan y por todo lo que ofrecen al viajero, siendo capaces de sorprenderle a cada paso, a cada metro cuadrado.
Mdina y Rabat, cómo llegar
Llegar a Mdina y Rabat es muy sencillo si lo haces en el transporte público de Malta, del que sólo tenemos buenas palabras. El autobús te deja frente a una tienda de refrescos y el Casino Notabile, junto a una fachada como ésta.

La app en el móvil te facilita las cosas un montón para situarte y ver cuándo sale tu próximo autobús. Además, si tienes alguna duda, el personal de la compañía siempre está dispuesto a ayudarte.

Mdina y Rabat: comenzamos por Mdina
Mdina es una ciudad amurallada, fuertemente protegida a la que sólo se puede acceder a pie. Parece inexpugnable, una fortaleza impenetrable, un acceso inasequible. Pero antes…

Un lugar situado entre Mdina y Rabat: el Casino Notabile
Antes de cruzar el puente que nos llevará a Mdina, empezamos en el Casino Notabile, nuestra primera parada. Fue construida por nobles de Mdina y Rabat para tener un lugar donde conocerse y jugar a las cartas en paz. El arquitecto fue el británico Western Paulson, que llegó a Malta en 1867 y trabajó unos cuantos años. El edificio es de 1887, un primer ejemplo de la arquitectura y estilo británico en la época.

Este lugar ha sido recientemente restaurado por lo que podemos admirar los detalles esculpidos a lo largo y ancho de la edificación.
Mdina y Rabat: entramos en Mdina
Cruzamos la puerta y, de repente, nos sumergimos en una ciudad monumental que nada tiene que ver con el mundo exterior. La ciudad se abre como un joyero que contiene algo demasiado valioso para ser mostrado fácilmente.

Museo Nacional de Historia Natural
Prácticamente pegado a la puerta de acceso a la ciudad, se encuentra el Museo Nacional de Historia Natural, situado en la llamada plaza llamada San Publijo.
Horario y precios
Precios:
- Entrada general: 5 euros.
- Jubilados y estudiantes: 3.50 euros.
- Niños menores de 12 años: 2.50 euros
Horario:
- Enero y febrero de 9h a 17h martes y de jueves a domingo.
- Marzo a Diciembre de 9h a 17h de martes a domingo.

Después tomamos el camino que sale por la izquierda hasta la plaza Beata María Aldeodata Pisani donde nos encontramos con el la iglesia Santa Ágata.
Iglesia Santa Ágata
Se trata de una iglesia barroca que fue construida en 1694 con arquitectura medieval y por la orden benedictina establecida en 1410.

Monasterio de San Peter
Enfrente encontramos la iglesia y Monasterio de San Peter. Apenas hemos caminado por esta ciudad y ya estamos alucinando con todo lo que esconde tras sus murallas.
El lugar más monumental de Mdina y Rabat
Seguimos caminando por este enclave medieval de aire noble donde encontramos el Palacio Ferrata Abonicci. Justo enfrente y en la misma plaza, la Banca Giuratale, el archivo y, justo enfrente, el edificio de la armería antes de llegar a una plaza donde vemos al fondo la iglesia.

Catedral De San Pablo
La catedral más antigua del país, construida entre 1696 y 1705, con frescos barrocos, grabados y más obras.
Dicen que el templo se construyó en el siglo XII sobre la domus romana donde el gobernador Publio conoció a San Pablo. Este edificio quedó muy dañado durante el terremoto de 1693 por lo que se demolió y volvió a construir en estilo barroco. En este caso el diseño corrió a cargo de Lorenzo Gafá, siendo considerada como su obra maestra.

Mdina y Rabat: Palacio del Arzobispado
En un lateral de la catedral encontramos un edificio que nos llama la atención debido a las dos figuras que escoltan la entrada. Se trata del Palacio del Arzobispado y que actualmente es una tienda de recuerdos para turistas.

Seguimos caminando por Mdina y Rabat
Nos metemos por la calle que sale a la izquierda de frente a la catedral y nos damos de frente con el Convento de St Dorothys que se encuentra en el Palacio Falca, un edificio barroco del siglo XVIII. En el siglo XIX, su propietario Giovanni Parisio Moscati, donó el lugar a la congregación de St Dorothy para establecer un convento y un colegio.

Nuestros pasos continúan hasta la parte más especial de la ciudad. Si Mdina es una urbe monumental, esta parte es la que más arte y rincones llamativos atesora. Uno de ellos es la iglesia de San Roque pero están todos tan juntos, que en ocasiones es difícil distinguirlos.
Iglesia de San Roque
La iglesia barroca de San Roque, también conocida como la iglesia de Nuestra Señora de la Luz. Se trata de un templo construido en el siglo XVIII para sustituir a otro anterior, conocido como Santa María de la Puerta, que tuvo que ser derribado a consecuencia de las reformas realizadas en la puerta de entrada a la ciudad.

Justo enfrente, encontramos más edificios de bella factura.
Iglesia de la Anunciación y priorato carmelita
La iglesia carmelita y el complejo del priorato se construyeron a partir de finales del siglo XVII y se construyeron sobre lo que era una iglesia medieval anterior, conocida como Sta Maria de la Roca. Esta parte formaba hasta 1492, parte del barrio judío de la ciudad. La iglesia fue diseñada por Méderico Blondel, francés de la orden.

El interior es impresionante, repleto de pinturas que llegan hasta el suelo y que nos deja durante un buen rato mirando hacia arriba. Su cúpula elíptica, nos parece digna de reseña.

Palacio Falson
Junto al impresionante templo anterior, se levanta este bello palacio de estilo gótico que cuenta con un pasadizo inferior para recorrer otra parte de la ciudad de Mdina. Llamado Palacio Falson debido a que pertenecía a esta familia noble y rica cuyos miembros eran famosos por sus hazañas marineras.

Mtarfa: mirando desde Mdina y Rabat
Desde este lugar, nos vamos hasta el mirador donde vemos todos los alrededores que se sitúa en el final del pueblo o de la ciudad de Mtarfa.

Desde este punto, ponemos rumbo a la puerta de entrada o salida, según se mire, para dirigirnos a Rabat.
Mdina y Rabat: Salimos de una y entramos en otra
Terminamos la visita en la puerta griega cuyo frontis está decorado por cabezas de león. La puerta de salida de Mdina forma prácticamente la puerta de entrada a Rabat. Te adelantamos un detalle: Rabat no tiene nada que ver con la ciudad que acabamos de ver.

Mucho menos monumental, Rabat tiene un encanto procedente de cada detalle y cada rincón. Dos joyas, ambas diferentes, cada una con su magnetismo.

Mdina y Rabat, donde comer
Chez Eman, un lugar para comer entre Mdina y Rabat
De camino a conocer Rabat, paramos en un lugar llamado Chez Eman crêpes. Se trata del negocio de dos simpáticos hermanos que nos trataron con todo el cariño del mundo y permitieron que cargáramos las maltrechas baterías de nuestros teléfonos.

En este lugar pedimos un wrap de atún y ftira que es una especie de bocadillo muy típico de aquí.
Mdina y Rabat: comenzamos a conocer Rabat
La calle principal, conocida como la calle de San Pablo, es un paseo no muy ancho pero si agradable que nos lleva directos a la plaza y la iglesia del mismo nombre.
Mdina y Rabat, lo más fotogénico de Malta
De camino, nos vamos desviando en ocasiones, para conocer rincones llamativos y fotogénicos de Rabat. Entre los elementos ornamentales no faltan santos ni vírgenes, debido a las profundas creencias religiosas que marcan la vida de los malteses.

Mdina y Rabat: la preciosa calle principal
Unos metros más adelante llegamos hasta una plaza, formada por la calle de San Pablo y las calles Principal y de la República.

Capilla de Santa Magdalena
Caminando por Rabat por la avenida de San Pablo, su calle principal que nos lleva directos hasta la plaza de San Pablo. De camino, encontramos la capilla de Santa Magdalena y los refugios.

Por una rendija de la puerta, nos asomamos a su interior. Nada más acercarnos, escuchamos que se encuentran en misa, cuando nos asomamos, descubrimos a una pareja de novios que se encuentran en medio de la ceremonia nupcial.

Colegiata y Proto-Parroquia de San Pablo
En la plaza de San Pablo, lo primero que nos llama la atención es la iglesia de San Pablo, y justo en la misma plaza, la bola de mármol rodante.

Confitería Parruccan: dulces tradicionales malteses de Mdina y Rabat
En este lugar compramos unos dulces típicos de Malta llamados canoli que nos meten una buena clavada, 6 euros por un canoli grande y tres pequeños, aunque podemos decir que estaban bastante ricos.

Desde esta misma plaza, frente a la iglesia por la calle que sale a la derecha, llegamos a las catacumbas que se encuentran en el Museo Wignacourt.
La bola de mármol rodante
Junto a la tienda de dulces típicos y frente a la iglesia, encontramos esta curiosa obra. Se trata de una bola de mármol, aparentemente movida por el agua.

Iglesia de San Cataldo
A menos de 100 metros caminando por la bajada de Santa Ágata, encontramos la iglesia de San Cataldo, un antiguo obispo irlandés. Debajo del templo se encuentran unas catacumbas que datan de finales del siglo II al III y fueron originalmente un pozo funerario púnico. Éstas, disponen de una mesa tallada en la roca que era utilizada para celebrar un banquete y conmemorar a los muertos en el aniversario de su muerte.

Catacumbas y Museo Wignacourt
El museo fue abierto de nuevo al público tras una gran restauración del edificio que era la antigua residencia de uno de los primeros Grandes Maestres de la Orden de los Caballeros de Malta, Aloph de Wignacourt (1601-1622). El edificio es básicamente de estilo barroco aunque mezcla varios estilos de diversas épocas.

En su interior cuenta con una gran galería de pintura, con obras de importantes pintores malteses como Mattia Preti, Antoine Favray, Francesco Zahra.
Horario
El museo abre entre las 9:30h y las 17h todos los días.
Catacumbas de San Pablo
Hay quién cree que su origen se remonta a los fenicios y que las mismas fueron utilizadas por los romanos. Posteriormente, las catacumbas fueron abandonadas y permanecieron en el olvido hasta el siglo XIX, momento en que se redescubren. Cuenta la leyenda que uno de los cristianos refugiados en el lugar fue San Pablo, de ahí su nombre.

Horario y precios
Precio
- Adultos (mayores de 18 años): 6 euros.
- Jóvenes (12 a 17 años), estudiantes y mayores de 60: 4.50 euros.
- Niños (6 a 11 años): 3.50 euros.
- Menores de 6 años entran gratis.
Horario
- Junio a octubre: todos los días de 9h a 18h.
- Noviembre a mayo: todos los días de 9h a 17h.
Mdina y Rabat, seguimos caminando
Desde este punto damos la vuelta para finalizar nuestra visita a Rabat, no sin antes disfrutar de sus calles empedradas y de la Museo Casa Bernard.

Mdina y Rabat, la última sorpresa
Va anocheciendo y empezamos a pensar en dar la vuelta hacia nuestro hotel. De camino, nos encontramos, al fondo de la calle y en uno de los rincones visitados al principio, a la pareja de novios que se estaban casando en la iglesia y que vimos por una rendija. Esta anécdota nos parecía tan bonita, que teníamos que contarla y darla a conocer.

Museo Casa Bernard
Este edificio es un palacio del siglo XVI, restaurado recientemente. Se trata de una vivienda familiar privada que tiene su origen en una torre de vigilancia medieval construida sobre cimientos romanos que fue evolucionando hasta lo que vemos hoy.

En este punto, nuestra visita a Mdina y Rabat llega a su final por lo que tratamos de llegar al autobús que nos dejará de nuevo en nuestro hotel de Sliema. En este caso, se trata de la línea 52 según nos indica la app tallinja en nuestro móvil.
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- Marsaxlokk Malta: un típico pueblo de pescadores.
- Las Tres Ciudades de Malta: Vittoriosa, Senglea y Cospicua.
- Mdina y Rabat, las joyas ocultas y medievales de Malta.
- Floriana, el tesoro poco conocido de Malta.
- Que comer en Malta y donde comer en Malta.

Mdina y Rabat, actividades que realizar
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