Amanece un nuevo día en La Habana, y nosotros disfrutamos del desayuno que nos ofrece nuestra anfitriona Yohanka para coger fuerza y aprovechar el día.
Tenemos cerca la parada del bus turístico T1, así que lo cogemos por 10CUC y así llegamos a la Plaza de la Revolución.
Aquí podemos ver la típica imagen de La Habana con el Che Guevara y Camilo Cienfuegos, dos de los personajes más influyentes de la revolución cubana.
A menos de un kilómetro está el Cementerio de Colón, donde éste fue enterrado, antes de ser trasladado a Sevilla.
De nuevo cogemos el bus turístico, (puesto que se puede subir y bajar las veces que se desee hasta las 18h) y bajamos en el bar la cabaña. A pocos metros de esta parada, se encuentra el Museo de la Revolución.
Entramos y pagamos 8 CUC. Dejamos las mochilas en el sitio habilitado para ello (pues es obligatorio) pero antes nos llenamos los bolsos con todas las cosas que no podemos arriesgarnos a perder.
En el Museo vemos objetos utilizados por el Che, Fidel y el resto del Ejército Revolucionario. El edificio, aunque está en restauración, es una maravilla.
A pocos metros está el Capitolio así que… ¡allá vamos! Nos llevamos un buen chasco, ¡el Capitolio también está en obras! Pero aún así vamos a entrar y a ver lo que se pueda.
Aunque en muchos sitios habíamos leído que la visita podía ser por libre o guiada, sólo nos ofrecen la posibilidad de hacerlo guiado por 10 CUC. Merece la pena visitarlo, el Capitolio es impresionante y los trabajos de restauración sólo afectan al exterior.
Tras nuestra visita al Capitolio cruzamos la calle para ver el Teatro Alicia Alonso. El Teatro es del año 1857 y la entrada vale 5 CUC.
¡Estamos de enhorabuena están ensayando la función! Y ahora viene el chasco, todo se desarrolla a oscuras y no podemos ver el grandioso teatro en su esplendor. ¡Lo que sí podemos es aprovechar las vistas del Capitolio desde el teatro!
El interior del Teatro es impresionante, todo es a lo grande y con todo lujo de detalles. Sólo la escalinata de la entrada hace que valga la pena pagar la entrada, aunque nos hayamos quedado con las ganas de ver el Teatro.
Al salir aprovechamos para comprar tarjetas etecsa en el Hotel Inglaterra para conectarnos a Internet. Una hora de conexión por 1 CUC… bueno lo de conexión…
En La Habana, las redes wifi son pocas y hay mucha gente conectada. Al menos damos señales a nuestras familias para que dejen de morderse las uñas pensando que algún cubano nos ha raptado y por eso no saben nada de nosotros!!!
Pasamos por el Floridita y ahí es donde la conexión nos permite reservar nuestro próximo alojamiento para Viñales!
Tras asegurar el alojamiento para mañana, nos vamos a visitar la Iglesia de San Francisco de Asís. Pudimos visitarla ayer, ya que está al lado del Coche Mambí, pero necesitábamos parar un rato a la sombra debido al calor.
Por si lo necesitáis cerca de esta plaza, a 100 metros, hay una casa de cambio.
Una vez en la Plaza de San Francisco de Asís, nos encontramos con la iglesia, gente pintoresca y como no, muchos turistas.
Llegamos a la puerta de la iglesia y entramos a verla por dentro pues se pueden visitar bastantes salas en su interior. Subimos por las escaleras y vemos el templo desde arriba. Disfrutamos de los ensayos de una orquesta en su sala principal.
Seguimos subiendo escaleras para acceder a una terraza y contemplar las vistas.
De nuevo en la plaza, a la vuelta de la iglesia, visitamos el Jardín de Santa Teresa de Calcuta. Dicho jardín encierra una sorpresa…
Además de ser un homenaje de La Habana a Santa Teresa de Calcuta, el jardín posee una Iglesia. Se trata de un regalo del pueblo cubano a la Iglesia Ortodoxa Griega y su entrada es gratuita.
Entramos a la llamada Sacra Catedral Ortodoxa Griega San Nicolás de Mira y no queremos irnos pues dentro hace fresco… ¡Se está en la gloria!
Desde la Iglesia, nos acercamos otra vez a la Calle Obispo. En esta calle siempre hay música, y algo para beber y comer.
En la que por cierto si lo necesitáis hay un cadeca (casa de cambio de dinero) y en esta calle nos estrenamos en las ventanitas, ¡probamos una pizza exquisita por 20 CUP! (0’80 €) 1 CUC=25CUP.
La música en la Habana está por todas partes y la gente disfruta de ella sin ningún tipo de complejo.
También nos encontramos gente que vende el diario Granma, como la señora de la imagen. Un minuto antes de tomar esta fotografía, les regalamos unos caramelos llamados pikotas, que nos encantan. Por su sonrisa, a ellas también.
Tras cenar en una de las ventanillas de la Calle Obispo, nos dedicamos a pasear por la Habana Vieja. ¡Qué magia tiene esta ciudad, cómo nos gusta!
Nos recorremos toda la zona que hemos conocido de día para verla de noche, pues está preciosa. Además, hay que destacar que no hay tanta gente, pues los grupos con sus guías, han desaparecido.
Llegamos hasta la Plaza de la Catedral, donde ponemos punto y final al día de hoy. Tenemos la sensación de haber recorrido miles de kilómetros, pues notamos mucho el calor y la humedad. Aún así estamos encantados de estar aquí, un sueño de mucho tiempo.
Mañana pondremos rumbo a Viñales ¿Nos acompañas?
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Qué maravilla de ciudad, y las fotos una pasada como siempre! Especialmente las últimas en la hora azul 🙂
Diego! Te agradecemos un montón que nos leas! La verdad es que la Habana tiene duende, tiene magia! Ver atardecer en esta ciudad es increible! Saludos!!!!