¡Por fin ha llegado el gran día! estamos emocionados, ¡vamos a Petra!

Primero, nos situamos un poco históricamente.

El origen de Petra

Hace 2300 años… una tribu del desierto, los nabateos, transformaron un paraje hostil en un oasis.

Los nabateos construyeron Petra en el punto de unión de todas las rutas comerciales. Este detalle propició que fueran un pueblo rico y próspero.

A pesar de estar en pleno desierto, el agua nunca fue un problema. Los nabateos dominaban conocimientos sobre hidráulica que el resto del mundo tardó casi 2000 años en descubrir. Más que una ciudad, Petra fue una obra de ingeniería.

Ahora sí, ¡Vamos a conocer Petra!

Entramos y tras caminar unos quince minutos llegamos al famoso Siq que nos conducirá al tesoro. Una vez entramos queremos ver el final.

Pasados 1200 metros, vemos el Tesoro de Petra. Con la de veces que lo hemos visto en los documentales, nos parece mentira estar aquí.

Continuamos el camino por un gran cañon que, en su época, fue una gran avenida.

Miremos por donde miremos, encontramos oquedades que en realidad no fueron viviendas ni templos, sino tumbas.

Más adelante, al otro lado de lo que fue un gran canal de agua, encontramos un anfiteatro. Totalmente excavado en la roca, con capacidad para unas 6.000 personas.

Petra está situada en un lugar estratégico, ya que las rocas que le rodean forman una fortaleza natural.

A lo lejos, en plena montaña, observamos las llamadas tumbas reales.

Y justo enfrente, aunque a gran distancia, nos encontramos con lo que debió de ser el centro de la ciudad.

Nuestra visita no deja de sorprendernos, cuando descubrimos el gran templo, que a pesar de su antigüedad cuenta con una red de suministro de agua y alcantarillado.

Cuando pensamos que Petra termina, debemos ascender unos 800 escalones que terminan en sorpresa final.

Sólo las vistas que ofrece el camino, hacen que el esfuerzo merezca la pena.

Se nos acelera un poco el pulso, ¿será que no estamos en forma? lo que tenemos claro, es que no queremos montar en burro para seguir subiendo, tal y como nos ofrecen los beduinos.

Después de media hora o cuarenta minutos, llegamos. Lo que vemos, nos deja sin palabras.

Aunque nos hemos quedado sin agua en la subida, podemos comprar una botella aquí mismo. Hay una tienda donde venden patatas, bocadillos, refrescos y puedes sentarte a descansar… y tienen WiFi!

Tras hacernos unas fotos empezamos el camino de vuelta. La bajada se hace dura por el calor y porque, en ocasiones, el terreno resbala.

Poco a poco, vamos desandando el camino para regresar por donde hemos venido.

Con la caída del sol, Petra se ve diferente y podemos apreciar detalles que antes no veíamos. Tras un buen rato caminando llegamos otra vez al Tesoro, ahora con menos gente.

Hacemos alguna foto y aprovechamos para admirar tranquilamente por qué es una de las siete maravillas del mundo.

Sin embargo, es tarde y debemos enfilar el Siq, llevándonos un recuerdo que durará para siempre.

Información de interés

Precio: 50 JOD la entrada de un día, 55 JOD la de dos días y 60 JOD la entrada de tres días.

Horario:  6:00 – 16:00 Invierno /6:00 – 18:00 verano /7:00- 16:00 Ramadán

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