Nos acercamos a uno de los pueblos más icónicos de la montaña palentina, San Salvador de Cantamuda, para subir hasta el Cueto de Polentinos. Esta ruta nos llevará a recorrer unos 15 kilómetros a través de bosques, caminos y veredas. ¿Nos acompañas?
San Salvador de Cantamuda: La ruta hasta el Cueto
Llegamos a primera hora a este bonito pueblo palentino mientras se despereza y comienza a encender alguna de sus chimeneas. Como casi siempre que caminamos por la naturaleza, formamos expedición con el Comando Senderista, blog especializado en este tipo de actividades.
Tras revisar que no nos dejamos nada de lo necesario para disfrutar de la jornada, nos ponemos en marcha. Parece que el camino empieza cuesta arriba desde el principio.
Este detalle hace que entremos en calor y rápidamente disfrutemos de unas vistas preciosas desde los primeros metros.
Las primeras luces de la mañana le confieren a este lugar unos colores realmente fantásticos y mientras ascendemos pensamos: ¿habrá alguien en el mundo a quién no le guste esto?
Debemos decir que nuestra opinión no es neutral pues somos unos enamorados de la montaña palentina. Pensamos que hay pocos destinos tan auténticos como éste lugar del planeta.
Seguimos ascendiendo mientras nos adentramos en un bosque de robles y helechos, un universo verde que tamiza las luces de esta fresca mañana.
El camino no nos ofrece tregua y aunque está formada por una pista ancha y de buen terreno, no deja de ascender hacia arriba. Decidimos tomarlo con calma y disfrutar del trayecto.
Porque se trata de eso precisamente, de disfrutar el camino, de apreciar las luces y los colores, los sonidos y los aromas que un paraje como éste te ofrece.
A medida que avanzamos, nos vamos encontrando con árboles centenarios como grandes robles. También parece que, en algunas zonas, el otoño ha comenzado a hacer acto de presencia.
Poco a poco vamos ganando altura y vemos como los árboles son cada vez menos numerosos, señal de que el punto más alto de esta ruta está cerca.
Los árboles se terminan y vemos las montañas que nos rodean de nuevo. El día es claro y las vistas son fantásticas por lo que decidimos empezar a disparar nuestra cámara como auténticos locos, formando una panorámica del paisaje.
Subimos hasta la antena, situada en el Cueto de Polentinos, donde nuestros compañeros de jornada llegaron hace unos minutos. Allí permanecen, a nuestra espera.
Las vistas son tan bonitas que hemos decidido realizar varias panorámicas para que tú también vivas este bonito momento junto a nosotros.
En el centro de la imagen, Luis Ángel, subcomandante de este ejercito zapatillista de liberación natural, el Comando Senderista.
Bajamos desde el Cueto de Polentinos por el bosque de robles que vemos en la imagen. A falta de un camino claro, bajamos campo a través.
Pocos metros más abajo, encontramos el camino que cruza del bosque y nuestros pasos se dirigen a Polentinos.
Tras unos minutos disfrutando de este paraje aparece Polentinos, un pequeño pueblo de la montaña palentina situado a pie del Cueto que le da nombre. Se trata de un lugar tranquilo, donde las prisas de la ciudad quedan muy lejos, con la única banda sonora de los animales que allí habitan. Uno de los animales que habita esta zona es el oso, por lo que os contaremos una pequeña historia.
El hombre de la foto es Secundino y sobrevivió a un encuentro con un oso. Un día, caminando por el monte, se encontró con un gran oso pardo que lo empujó. Según nos cuenta, sobrevivió gracias a su perro que lo hizo frente.
Tras saludar a Secundino y que éste nos contara su historia, nos acercamos a conocer la iglesia de Polentinos, la Iglesia Nuestra Señora de las Nieves.
A continuación, cogemos la calle Real y seguimos por la carretera hasta llegar a los pies del Embalse de Requejada.
La carretera nos lleva hasta el puente que conecta con la carretera CL-627 durante durante unos 4 kilómetros aproximadamente.
El camino no continúa por el puente, sólo nos acercamos para hacer unas fotos al Embalse de Requejada. A estas alturas del año ya debería tener algo más de agua, esperamos que pronto esté a su máximo nivel pues da una tristeza enorme verlo así.
Desde este punto regresamos a la entrada del puente para adentrarnos en un bosque formado por robles y hayas. El lugar, tan silencioso, nos transmite paz y misterio en la misma proporción.
El camino entre los árboles dura poco pues pronto salimos a un claro desde donde divisamos el embalse desde cierta distancia.
No nos queda mucho para llegar hasta San Salvador de Cantamuda, aunque antes pasaremos por la antigua cantera en estado de abandono.
Nuestro camino continúa ya con San Salvador de Cantamuda al fondo. Para llegar tendremos que sortear alguna que otra valla para el ganado y caminar ante la tranquila mirada de las vacas.
Salimos de esta vega donde descansa el ganado para coger una pista que discurre a los pies de las montañas. El camino es llano y no tiene complicación alguna.
Al fondo de esta pista aparece ya San Salvador de Cantamuda y la espadaña de su colegiata. La estampa es digna de la mejor postal.
Son las dos de la tarde cuando entramos en el pueblo tras cinco horas caminando y haciendo fotos. Han sido algo más de 15 km y más de 250 fotos hechas a este rincón del paraíso que es la montaña palentina.
¿Dónde comer? Restaurantes en San Salvador de Cantamuda
Tras el esfuerzo, hay que reponer energías. En esta zona se come mucho y muy bien con productos elaborados de manera artesanal y varios con IGP.
Nosotros decidimos comer en el Restaurante Venta Morena y la verdad, comimos barato y muy bien.
San Salvador de Cantamuda, ¿cómo llegar?
San Salvador de Cantamuda se encuentra en la comarca de La Pernía, una de las zonas más bonitas de la montaña palentina. Te dejamos la localización exacta en este mapa.
Material necesario
Nosotros te recomendamos como material mínimo imprescindible:
- GPS con track o mapa de la zona.
- Calzado cómodo, zapatilla o bota de trekking.
- Mochila para llevar agua y algo de comer.
- Crema de protección solar, gafas de sol y gorra.
Para los fotógrafos
Si te gusta la fotografía de paisajes, este lugar lo vas a disfrutar bastante, por tanto te recomendamos:
- Lente gran angular (nosotros utilizamos un 16-35 mm) aunque un 24-70mm es más polivalente y también va muy bien para este tipo de fotografías.
- Filtros polarizador si quieres que tus colores saturen un poquito.
Otros lugares que te recomendamos si te gusta disfrutar de la naturaleza son:
- Tejeda de Tosande, el bosque mágico.
- Planes qué hacer en la montaña palentina.
- Cascadas de Viaña y pozo del infierno.
Esperamos que te haya gustado. Nos harías muy felices si nos dejas un comentario con tus impresiones y recomiendas este blog a tus amigos.
Yo estuve allí en 1987, comimos en una venta de esos sitios que dejan huella, buenísimo, baratísimo y en dónde algún día los comensales llegaban a caballo o en carro. Inolvidable Venta Campa. El lugar mágico de mi vida.❤️🥰
Así es, este lugar tiene lugares preciosos y sitios donde comer muy rico con productos de la zona. Un saludo y mil gracias por compartir tu tiempo con nosotros.
Como siempre magistral trabajo para retratar estos maravillosos territorios de La Pernia palentina.
Saludos cordiales de Lanchero y de Comando Senderista.
Muchísimas gracias Lanche! Nos alegra mucho que te guste, un abrazo fuerte para ti y para el Comando Senderista.
Qué gran relato y descripción a la altura de lo que es la Montaña Palentina. Como palentino, es un honor y orgullo que se valore,describa y aprecie tanto a mi tierra,un lugar tan bello como desconocido,y que gracias a gente como vosotros,hace que sea cada día un poquito más conocido. Enhorabuena y gracias. Estoy deseoso de ver cuál es la siguiente ruta por Palencia.
Hola Teo, estamos encantados de tenerte por aquí y de que te guste. Nos encanta saber que los artículos de los lugares que visitamos gustan, sobre todo, a las personas del lugar. Muchas gracias por tus palabras y por dedicarnos parte de tu tiempo. Un abrazo.
Muchísimas gracias por este recorrido tan extraordinario. Está tan bien descrito que es como si lo estuviera viendo. Lo he guardado para recorrerlo en el mismo orden en cuanto sea posible. Eso sí, me aseguraré de ir con amigos y mastines para que no me suceda lo que a Secundino -para su gracia- y a Favila -para su desgracia-.
Hola Luis, lo cierto es que esta es una de nuestras zonas favoritas donde perdernos. No nos extraña que algunas osas quieran criar a su prole en Palencia. Un abrazo
Nomadas ocasionales, pensamiento o reflexión o quizás un deseo… Es agradable encontrar información fuera de las redes sociales, (bonita palabra para definir un universo cerrado a los que somos o nos creemos nomadas). Busco fuera de ese universo y aunque cada vez hay menos se encuentran oasis como el vuestro dónde la lectura es una forma de expresión más importante que las imagenes, actualmente.
Un saludo y gracias por vuestro blog.
Hola Carlos, no sabemos por donde empezar… Gracias por tu tiempo, por leernos y escribirnos. Gracias también por escribirnos uno de los comentarios más bonitos que nos hicieron nunca y que nos hace motivarnos para seguir un poco la filosofía que queremos: alejarnos de la frivolidad y mostrar el lado humano de los lugares que visitamos. Un abrazo fuerte.