Suzhou
Suzhou es una pequeña ciudad de la época imperial repleta de canales y calles con encanto. Durante el siglo XIV, llegó a ser una ciudad muy próspera por ser uno de los mayores productores de seda. No es difícil imaginarse a los comerciantes de la época de Marco Polo llegar hasta aquí.
Actualmente, no queda demasiado de los años de esplendor de Suzhou. La revolución cultural terminó con muchos lugares que hoy serían las delicias del viajero. Aún así, quedan rincones que merece la pena visitar. Algunos ejemplos son el Jardín del Pescador, la Colina del Tigre o la zona comercial de Suzhou.
El jardín del Maestro de Redes
También conocido como el Jardín del Pescador, fue construido durante la dinastía Song que tuvo lugar entre los años 960 y 1279. Está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1997.
El Jardín del Maestro de Redes es el jardín residencial más pequeño y a la vez más bonito de Suzhou. La armonía entre sus elementos y su paz de su interior le hacen único.
Durante nuestra visita vemos como los propios chinos valoran este remanso de paz. No es para menos, pues constituye, además de un remanso de paz, una reserva de su cultura milenaria.
Tras visitar El Jardin del Pescador, nos dirigimos a la Colina del Tigre.
La colina del tigre
Este lugar está rodeado de gran cantidad de árboles, flores y leyendas. Lo primero que nos llama la atención es la Pagoda de Yunyan, del año 961.
La leyenda cuenta que el emperador He Lu está enterrado bajo un estanque llamado la Piscina de la Espada. También que en este estanque hay enterradas alrededor de 3.000 espadas y 1.000 trabajadores que trabajaron en la construcción de la tumba.
La Colina del Tigre es llamada así por otra leyenda. Al parecer, tras enterrar al emperador, en esta colina apareció un tigre blanco. El animal se sentó sobre la tumba como para protegerla, lo que hizo que se llamara Colina del Tigre.
Los canales de Suzhou y su zona comercial
Realmente en Suzhou esperábamos que hubiese menos gente. Hay momentos en que no nos podemos ni mover. Decidimos parar en algún puente y apartarnos para poder estar más tranquilos.
Y, aunque podemos hacer alguna foto donde no salga tanto gentío, Suzhou es una ciudad muy turística. Tanto es así que, cuando intentamos dar una vuelta por los canales en alguna embarcación, había más de hora y media de cola.
Con la noche encima, decidimos no gastar lo que nos queda de jornada para caminar por su zona de comercios. Los chinos son realmente agradables, mucho más que en los comercios de Pekín. Son simpáticos y nos dejan probar alguna que otra cosa.
Cámara en mano, decidimos retratar alguna escena que nos llama la atención. En la frutería de la imagen, una abuela, recibe una vídeollamada de su nieto. La imagen no puede ser más emotiva.
Cómo llegar a Shuzhou
Desde Shanghái, es imprescindible hacer una escapada a Suzhou. Nosotros visitamos esta ciudad como parada intermedia desde Hangzhou en nuestra ruta por China. Aún así, si decides viajar desde Shanghái, en media hora llegas a Suzhou.
Tren: tarda 34 minutos y los billetes van desde los 6 a los 14 euros.
Bus: tarda una hora y 40 minutos y el billete ronda los 5 euros
Taxi: en función de los que seáis podéis coger un taxi por unos 40 euros.
Para más información podéis pinchar en este enlace.
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